El 28 de febrero la Universidad de Valladolid acogió, como todos los años, una competición en la que algunos de los alumnos de nuestra clase hemos participado. La competición consistía en cuatro pruebas: una en la que había que construir con piezas de Lego un robot programado a través de un ordenador interno, no teledirigido, que superase una serie de pruebas en un circuito de competición en dos minutos y medio; otra prueba era realizar un proyecto científico que, en este caso, trataba sobre cómo podríamos mejorar la educación. A nosotros se nos ocurrió que las clases eran demasiado técnicas y que faltaba dinamismo y por esa razón hicimos el proyecto científico sobre unas gafas de realidad virtual (Google Cardboard) que, a través de una aplicación podías acceder a todos los archivos VRML; otra de las partes era realizar un cartel en el que explicásemos todos los valores que habíamos aprendido a medida que hemos pasado tiempo juntos; por último, tuvimos que hacer en tres minutos un rap sobre lo que habíamos aprendido en nuestra participación.
Al final, obtuvimos el premio al "Mejor Proyecto Científico" por nuestra innovación y porque consideraban que era una idea que realmente podía mejorar la educación a través de unas simples gafas de cartón y un móvil.
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